lunes, 22 de noviembre de 2010

Una Mente Brillante (Película)

 

Antes de tener este ramo, había visto esta película hace algún tiempo atrás, y lo que más me había sorprendido era precisamente la "mente brillante" del protagonista John Nash. Sin embargo, desde el punto de vista que la vi ahora, me hizo realizar más cuestionamientos que comentarios positivos a este personaje.

En el mundo moderno, la vida de todos y cada uno de nosotros se sustenta de muchos aspectos y variables, donde la interacción de todas estas nos dan un resultado positivo (una buena vida), negativo (una vida mala), o más bien “término medio”.

Dentro de todos estos aspectos, algunos son claramente de carácter lógico-racional, como por ejemplo las leyes, deberes, obligaciones, etc; donde solo tenemos dos alternativas: hacerlo o no. Pero pretender que toda nuestra vida esté basada ciento por ciento en aspectos lógicos es una exageración. De que se puede hacer, se puede, y podríamos basar todo lo que vemos, sentimos y nos pasa en cosas lógicas, o bien cosas racionales. Algunos casos, o resultados son útiles para el diario vivir, como las medidas y la geometría aplicada a los quehaceres diarios; y otras se pueden explicar, pero mucho sentido no tienen, como la “geometría de una flor” (la cual considero un tema interesante, pero no muy práctico).

Si buscamos en todo la lógica, lo más probable es que podamos desarrollar una inteligencia sobresaliente, y tal vez descubrir muchas cosas. Sin embargo se dejan de lado otras habilidades sociales, que son tanto o más fundamentales que la “inteligencia racional”. También, en casos extremos todo este fanatismo lógico podría dar origen a trastornos o enfermedades mentales, como la esquizofrenia o paranoia (como el caso de John Nash en la película).

Entonces si la decisión depende de mi (y en mi vida así es), prefiero construir mi riqueza personal a base de muchas cosas, compartiendo con la sociedad, y tal vez con un poco de lógica y racionalismo…pero sólo lo necesario. Creo que es la forma de lograr la felicidad plena y el mejor camino para no encontrarse en un futuro no muy lejano rodeado de trastornos mentales e internado en una clínica psiquiátrica.

Con respecto a la afirmación que dice “lo racional es real”, creo estar de acuerdo. En primer lugar lo “racional” se refiere a todo aquello que es propio de la razón, y si esto se da tal cual, todo lo que cumpla esta característica sería real.

Si vemos la otra cara de la doctrina de Hegel, la que dice que “lo real es racional”, acá ya se puede generar cierta discrepancia. Existen muchas cosas que existen, vale decir que son reales y muchas de ellas probablemente cumplan con la característica de racionalidad. Sin embargo, a la hora de hablar de algunas cosas un poco más abstractas, posiblemente nos encontremos con menos racionalidad (por dar un ejemplo algunos sentimientos, sensaciones, etc), pero no por eso hablaremos de “falta de realidad”. Como para resumir un poco, la racionalidad es una característica más, probablemente una de las más frecuentes, pero en ningún momento determina si algo es real o no.

Al momento de la Guerra Fría, Nash se encontraba trabajando decodificando los mensajes del enemigo. Es un tema con el cual se había obsesionado demasiado (como muchas otras cosas), dejándolo finalmente con un cuadro de esquizofrenia paranoide. Todos estos códigos, a lo mejor eran reales, pero tal vez no racionales (ahí ya no se cumpliría la teoría hegeliana). En ese momento también se le presenta un nuevo concepto: el amor, el cual era real, pero como todos sabemos, y como es la gran mayoría de las veces, no es para nada racional.

Desde los cristales de la ventana John Nash miraba al mundo, tratando de explicarlo de forma matemática. Desde la racionalidad tomaba distancia del mundo concreto…

No se si tomaba distancia, a mi parecer no. Está claro que esta persona estaba bastante alejado de su entorno y que no compartía mucho (era más bien retraído socialmente). Sin embargo, esa obsesión que tenía de interpretar todo desde un punto de vista lógico y matemático era lo que lo distanciaba del mundo (no era voluntario, más bien era como una consecuencia).

El mundo no es racional en su totalidad, pues ya sabemos que muchos conceptos de la vida están bastante alejados de esta idea, así que tratar de explicarse todo con números y fórmulas es una tarea titánica, para la cual la vida no alcanza y ya tenemos muchos casos de gente que dedicó todos sus días a esto, y les faltaron unos cuantos siglos.

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